loading

Podcast

Los hijos del águila

00:0026:02
Download this podcast
Previous episodeNext episode

Matar el pensamiento, historias de silencios

Capítulo 1.

Marta Domicó, hija del legendario Kimy Pernía desaparecido por los paramilitares, vuelve al origen de la lucha del pueblo embera katío en ella se encontraron los indígenas con los profesores de la Universidad de Córdoba.

Los hijos del Águila

La indígena, sentada en el parque Santiago Canabal de Tierralta, ha oído de un mundo lejano donde el dios sol es opacado por las nubes. En esa estancia fría, donde nace el agua que le da sustento a la fauna y flora diversa, están los embera katíos que fueron robados por las águilas coronadas o harpías por los años de los años.

La mítica leyenda encarna los temores de una etnia que poco a poco ha sido desplazada de la tierra que la vio reproducirse.

Así escribí de los embera el 27 de abril del 2008 en el diario El Meridiano de Córdoba. Desde esa misma tribuna ignoramos la profundidad de la herida causada por el hombre blanco que empuñaba el arma, que devastaba el hábitat.

Mi nombre es Marta Cecilia Domicó Domicó, mi nombre en embera es Nebituma, soy de esta comunidad llamada Beguidó, nacida y me crié, pero, por la situación psicológicamente me fui de esta comunidad, porque me sentía o sea no tenía por qué cada rato, cada momento quería ver a mi padre, entonces por esa razón no he estado acá y por amenazas y por otras cosas también.

Así se presenta la hija de Kimy Pernía, el emblemático líder embera katío desaparecido por los paramilitares el 2 de junio de 2001, por oponerse a la construcción de la represa hidroeléctrica Urrá. Él luchó. Su pueblo luchó, pero el discurso que decidimos escuchar fue el del desarrollo.

La herida de Martha es una en carne viva, no solo por el crimen de su padre, sino por la miseria en que quedó su pueblo.Con ella fuimos hasta Beguidó, la comunidad central ubicada en el cruce de tres ríos: Sinú, Verde y Esmeralda, y donde fue creado el primer tambo de Gobierno Embera.

En plena pandemia, en octubre del 2020, fuimos con ella hasta el lugar donde nació, aguas arriba de la represa Urrá que cambió el trayecto del río Sinú y el destino de su pueblo. Allí nos compartió su memoria con apenas un asomo de alegría. Mucha más, es la tristeza que guarda.

Beguidó es la comunidad, es la central donde de un principio los tres ríos acordaron de crear una, una, una, un tambo de gobierno, que es la que ustedes van a ver más adelante, que está ahí, el tambo de gobierno, es la central donde toman las asambleas las decisiones, los gobernadores, las autoridades, eh cuando nombran de nokos, cada dos años cambian de nokos.

Y ahí toman las decisiones, o sea cuando hay establecimiento cada vez se reúnen las comunidades de otras comunidades, 25 comunidades para tomar unas decisiones.

¿Cómo fue tu niñez aquí en eguidó?

aquí en Beguidó pues me hicieron gemené desde los 11 años cuando, la edad de la pubertad aquí culturalmente hacen eso cuando las jovencitas apenas se desarrollan eh hacen gemené.

Hacen el baile ritual de la mujer jovencita cuando se desarrolla, entonces esa cuando ya uno se desarrolla la cuidan mucho.

Pregunta de Ginna Morelo: Cuando ya te fuiste haciendo grande te diste cuenta quién era tu papá, ¿quién era Kimy?

¿Quién era mi papá? Mi papá, un gran líder, mi papá sabio, inteligente. Le gustaba darle mucho consejo no haga esto, esto no es bueno. Mira vamos a hacer y siempre me decía esto: Eh la tierra, me acuerdo cuando mi papá me enseñó la matemática, me enseñó cuando era Cristóbal Colón, quién era Cristóbal Colón. Y, eso en sociales me enseñó quién era Cristóbal Colón, el por qué vino Cristóbal Colón a acá a invadirnos, a hacernos daño.

Porque mi papá me decía: la plata se desvanece, la tierra es permanente, es milenaria.

¿En qué momento empezaste a preocuparte por tu padre?

Por las amenazas, porque cuando empezó a conocer, yo llegué aquí en 1995, que empecé como docente. Mi papá me trajo para acá para que yo diera clase a los estudiantes. Yo le di clases 5 años 95, 96, 97, 98, 99, cinco años de docente aquí en esta comunidad.

Los años a los que hace alusión Martha corresponden al tiempo en que se dieron las violencias contra los embera katíos. En 1994, desde el alto Sinú cordobés, los embera manifestaron su oposición a la construcción de la hidroeléctrica Urrá S.A.

Para 1987, varios investigadores de la Universidad de Córdoba, entre ellos el filósofo Alberto Alzate Patiño, miembro de la Fundación del Caribe, habían publicado la investigación sobre los impactos ambientales y sociales del proyecto Urrá y para el tiempo de la agitación de la etnia él los visitaba con frecuencia.

En noviembre de 1994, 664 embera katíos iniciaron una travesía fluvial a lo largo de 360 kilómetros. Llamaron a la despedida del río: Do wabura, dai bia ozhirada, que traduce, adiós al río que nos hacía todos los bienes.

En enero de 1995 comenzó el desvío del Sinú, con lo que se inundarían 7.000 hectáreas donde habitaban los embera.

Kimy se opuso.

El 16 de julio de 1996 asesinaron en Montería al profesor Alzate Patiño.

Martha no vio venir la furia de esa violencia, ella soñaba con ser como su padre.

Mi papá hablaba, hablaba, y yo dije yo quiero aprender, yo quiero ser como mi papá, yo quiero aprender a hablar así sin pena, a hablar así, como él dice de la organización, a hablar con el pueblo y que todo el mundo escuche lo que uno, el mensaje, o sea, eso es bonito, a mí me gusta. Yo dije yo quiero ser como mi papá, yo quiero ser como mi papá. Entonces ya empezaron la la después del dowambura, yo no alcancé de verlo, pero en el 95 ya yo estoy aquí, en el 96 ya empieza las discusiones, entre la división entre el pueblo embera katio y ya empezaron del 97 ya empiezan las amenazas de mi papá por los paramilitares que llegaban los grupos armados la guerrilla. Yo decía bueno, en fin, entonces no entiendo por qué la guerrilla amenaza a mi papá, que es un sapo y los paramilitares dicen que mi papá es así de la guerrilla, no siendo así. O sea, yo veía las cosas, mi pregunta era esto: si yo mi papá no lo veo con guerrilla, mi papá no lo veo con paramilitares, mi papá está defendiendo su territorio, habla de su tierra, entonces ¿de qué arma hablan? ¿Por qué mi papá lo amenazan? Era mi pregunta porque yo no había captado el por qué lo amenazaban.

En abril de 1999 fue asesinado el líder embera Lucindo Domicó. Quince días después de que asistiera a la Asamblea de Gobernadores del Pueblo Embera Katío en la que suscribieron una declaración pública sobre el conflicto armado. Él denunció las amenazas de desalojos y muerte a líderes.

En septiembre de 1999 Urrá instaló mesas de concertación con los indígenas como consecuencia de las afectaciones por la construcción de la presa, pero fueron levantadas prontamente.

En noviembre de 1999 Kimy Pernía viajó a Canadá, invitado por la Comisión de Derechos Humanos de las Iglesias Canadienses para hablar en el parlamento sobre las afectaciones de su pueblo.

Al regresar, se sumó a la gran marcha embera que salió de Córdoba y el 29 de noviembre de 1999 llegó a Bogotá y permaneció frente al Ministerio de Ambiente hasta el 26 de abril del año 2000.

..las amenazas de mi papá vienen por otras personas, de esa empresa Urrá que viene, mi papá decía: bueno no, mientras yo esté aquí no voy a permitir en ningún momento los recursos, la indemnización, todas esas tutelas que hay, yo soy un obstáculo para ello, soy la persona que no permite dejar que la empresa S.A. actúe acá. Entonces me quieren quitar la vida para ellos continuar con su proyecto.

Ahí intervino otro grupo que es el paramilitarismo. Ahí yo empecé a conocer qué era la amenaza y de ahí empecé yo a preocuparme por mi papá. Y yo un día dije, así con un susto y un miedo: yo dije papá ¿por qué no se retira, por qué no te retiras de esta organización? No Marta, no me puedo retirar, porque si me retiro de esto de cuál ¿por qué me voy a retirar? Si yo no le estoy haciendo daño a nadie. El por qué me voy a retirar yo no me puedo retirar porque yo estoy defendiendo es mi tierra. Nos están haciendo daño, ¿qué te enseñé yo a ti cuando Cristóbal Colón? y allí es donde yo reaccioné.

Entonces mi papá dice, no, ahora es como si fuéramos Cristóbal Colón… no ves que ellos vienen a invadirnos a hacernos daño al pueblo embera katío, ya se tapó, va a tapar el río Sinú, no va a haber comida, nosotros nos vamos a acostumbrar a vivir a otras costumbres, a mendigar.

Si nosotros, si yo me retiro, ellos obvio se apoderan de este terreno. ¿Y nosotros pa’ dónde va usted, pa’ dónde van tus hijos, pa’ dónde van mis nietos, mis bisnietos para dónde van? Yo no puedo permitir esto. ¿Por qué? Porque así como yo vi en la historia en otros países que las mujeres son las que van a valer, ustedes, usted, por eso quiero que usted se prepare, prepárese usted.

Diciembre de 1999... el líder Kimy Pernía habló en un seminario organizado por la Universidad Nacional de Colombia para explorar los impactos sufridos por el pueblo embera en el marco de las obras de construcción de la represa Urrá. Allí denunció la violencia y los intentos de cooptación. Todo eso fue registrado por los medios de comunicación, pero era una lucha más en un país de conflictos.

La estela de crímenes contra el pueblo embera continuaban. El 6 de marzo del 2001, muy cerca de la oficina del resguardo embera katío Río Verde y Río Sinú, en el municipio de Tierralta (Córdoba), asesinaron al jenene mayor José Ángel Domicó Jarupia.

...Kimy comenzó a sentir que el tiempo se le agotaba, según recuerda Martha veinte años después.

Él me mostró unos mapas, unos mapas nacionales, internacionales, tú va a ser la persona encargada después de mí como mano derecha, eres mi hija, me ha mostrado lo que yo nunca pensé en ti, me dijo eso ¿mi papá por qué me dice eso? Esa era mi pregunta. Yo decía porqué mi papá me dice esto, yo dudaba, mi papá esta relación conmigo impresionante quedé yo esa vez, todavía me aterro, todavía me acuerdo y como si fuera ahorita.

Yo dije vente necesito hablar contigo, me mostró unos cuadernos, una escritura que yo no me acuerdo a dónde lo dejé porque totalmente era una persona que yo no sabía. Mi papá por qué me muestra esto y

me mostró unos mapas, tú vas a ser amigo de las organizaciones de la ONIC, no conocía, me mencionó esa vez, la OEA, no conocía, la OEA me mencionó esa vez, eh organizaciones del Cauca, no conocía esas organizaciones del Cauca, me mencionó ONG hoy en día he tenido como, usted las amistades suyas, las amistades suyas van a ser esas personas y yo no sabía el por qué me decía eso. Pero me daba como pena preguntarle por qué mi papá me dice esto, era como que despidiéndose algo de mí sería que hoy en día analizo, para él, me llama la atención, me llama a una mesa, había una mesita así larguita así y me coge todos los papeles, unos documentos, unas cosas ahí de libros, me enseñó unas ciertas cosas y me dijo me has cambiado tu forma de ser, yo decía mi papá ¿por qué me dice esto?

Este era el hijo que yo necesitaba, porque como en los indígenas la mujer no valía, pero para mi papá nunca era así, la mujer primero y hasta él por esa razón el apellido no lleva de mi papá el apellido es de mi abuela y el apellido de mi abuelo queda en segundo porque él decía la mujer es la que pare, la mujer es la que lo cría.

Martha vivía orgullosa de su padre, aun sin comprender el alcance de la lucha embera. Pero de un solo golpe lo entiende todo cuando el 2 de junio de 2001 le dan la noticia de su desaparición.

Y a las 3 y a las 4 estábamos sentados, ya me había atacado el hambre, entonces yo iba a comer apenas, cuando la noticia llega, no se asusten no se apresuren yo vengo a decirles algo para la familia Kimy, yo dije qué pasó con mi papá, fue lo que yo dije, qué pasó con mi papá, la persona que había dirigido esta palabra él murió, no hace mucho este año falleció él, luego él dijo les voy a dar una mala noticia para la familia Kimy, pero resistan como puedan, pero de ¿qué se trata? desaparecieron ayer a su papá. Yo dije, yo no lo puedo creer.

Cuando iba caminando yo sentía que era en el aire que iba pisando porque yo casi me caigo, es que yo sentía era que yo no estaba caminando yo sentí que iba en el aíre y para mí el día fue una oscuridad ese día, me acuerdo, y no comí más, duré como cinco días sin comer, y yo decía, será verdad, será mentira, será verdad o será mentira.

Hoy en día el pueblo embera katío se encuentra huérfano de de padre, como mi familia, pues yo me encuentro huérfano de padre también porque mi papá era el profesor, el maestro, la persona sabia, la persona que nos direccionaba, hoy no tenemos esa persona, entonces nos sentimos solos.

Quienes se opusieron con mayor insistencia al destierro de su pueblo habían sido asesinados, Kimy desaparecido.

La soledad de los embera los condujo al silencio. La voz del pueblo se apagó. A Martha le tomó tiempo recuperarse y concentrar su esfuerzo en saber el desenlace de la vida de su padre. En 2007 Salvatore Mancuso, líder de las autodefensas, desde la cárcel, le dice algo.

Antes del 2007 que yo iba a escuchar la versión de Salvatore Mancuso, del señor Salvatore Mancuso, diciendo qué habían hecho con mi papá entonces ahí en el 2007, la comisión colombiana de juristas me invita a ese encuentro, claro estaba recién salido el Mancuso, o sea lo habían detenido y lo tenían en el piso 10 en Medellín, eso fue en Medellín, me dijeron: ¿A ti no te da miedo de hablar?, verdad. No quiero hablar, porque no tengo la capacidad todavía de hablar, solamente yo voy a escuchar.

Ahí donde yo escucho que el señor Salvatore Mancuso dice que, el caso de mi papá de Kimy Pernía lo había arroja* lo habían asesinado y lo habían desaparecido porque él trajo unos dineros de Canadá, eh eh y la mitad era para darle, para darle a la guerrilla y la mitad era para su pueblo. Por eso fue que lo habían desaparecido,

no le creo entonces está diciendo una verdad con mentiras. Entonces yo no le creo lo que él está diciendo ahí.

Él llegó y dijo lo que tenía que decir, que a él lo habían desaparecido por esa razón y que lo habían arrojado al río Sinú, por esa razón lo habían arrojado, lo habían desaparecido.

Martha Domicó decidió encarar dos empresas: siguió trabajando por su pueblo, intentando esa defensa del territorio que hizo su papá; e indagar la verdad de su muerte y el sitio exacto donde había sido arrojado su cuerpo.

Trece años después, sí tuvo el valor de preguntárselo a Mancuso. Ese día, vía videoconferencia, sí dejó salir la voz que no tuvo en 2007 quizá por rabia, dolor, impotencia, incomprensión...

La Comisión de la Verdad propició el encuentro en septiembre del 2020 y así lo recuerda ella.

Entonces, ese 28 de septiembre a las, qué fue hora es, no sé no me acuerdo, a las 10 de la mañana, eso fue una horita, media horita, hablé con él y me pidió perdón a mí como hija y a mi familia. Me dijo: Señora Marta le pido perdón a ti y a tu familia, le pido perdón a la madre tierra y le pido perdón a tu pueblo que le hice tanto daño, le pido perdón al señor Kimy.

Y mis palabras fueron estas: vea señor Mancuso tampoco le llevo rencor, jamás le llevo rencor y no lo llevaré rencor, eh eh y le garantizo, así como me dijiste a dónde lo arrojaron a mi papá, qué hicieron con él pues eh eh gracias porque yo esperaba esta respuesta que fue él me ha dicho que fue en Callejas, en Carrizola lo habían arrojado al río Sinú.

El 2 de junio, voy a hacer la conmemoración a donde tú, ahora me acabas de decir que lo habían arrojado al rio Sinú, ahí se hará la conmemoración de mi papá, y tú no crees que ahora yo no tengo dinero ahora, pero me van a regalar unas flores y a donde tú me dijiste allá le voy a arrojar las flores a mi padre, ahora sí voy a descansar y creo que mi papá ahora también va a descansar, porque yo necesitaba una verdad, porque tú una vez me dijiste, que mi papá lo habían arrojado recién y no sabía a dónde y me lo dijiste así sin anestesia.

El 2 de junio del 2021 se cumplieron los 20 años de la desaparición de Kimy Pernía, asesinado y arrojado a su río, al Sinú, al agua de sus orígenes, y Martha, para cuando hablamos con ella, nos dijo que ahora sí tenía la ubicación del sitio exacto para llevarle flores.

Entonces recordó una historia del pasado, de cuando le regalaron flores y se quebró porque no supo dónde ponerlas.

Miramos esas flores a dónde lo vamos a llevar, no sabemos, al cementerio no, porque él no está allá, ¿a dónde lo vamos a llevar? No sé.

Ahí quedó, las flores se marchitaron rapidito porque yo sentí que esas flores era un vacío o sea una tristeza porque como que no.

Bajamos con Martha por el Sinú serpeteante, en silencio. Fuimos dejando atrás Beguidó. Era de mañanita y solo escuchábamos el sonido de la lancha navegando ese río violentado por los cuerpos arrojados en él.

Ella no despegaba los ojos de las orillas. Su rostro tostado, serio, apenas dejaba intuir un sentimiento parecido a la nostalgia.

Las águilas harpías llevaron a los antepasados de Kimy al Nudo del Paramillo. En esa zona crecieron él, su hija Martha y vive su descendencia. Dos horas después Martha comenzó a ver a lo lejos la compuerta de la presa. La señaló descargando en ella una enorme pena.

Marta, eso que está al fondo es la tapa de Urrá, ¿cómo te sientes tú cuando estás aquí y miras eso, ¿qué te produce, que te genera?

“Daño, mucho daño porque de un principio teníamos que controlar, pero resulta que nosotros nos faltó mucha experiencia y mucho conocimiento y nos faltó como mucho más derecho, no conocíamos tanto, pero es un daño para nosotros es una enfermedad para nosotros como cada vez cuando nosotros bajamos y siempre lo que vemos es el enemigo ahí, frente, o sea el daño que nos causa a nosotros”.

Vean mi pueblo como está de tantas cosas, tanto ambiental, social, político, cultural, eso ha hecho mucho daño, por eso nosotros le decimos conambari, empresa mala.

¿Qué significa conambari? Conambari es una empresa, una hormiga conga. Que vino a hacernos daño. Nosotros le decimos conambari a eso, es una empresa que vino hacernos daño porque ninguno aquí la sociedad de Córdoba que se había comprometido a darle energía al pueblo, dónde está eso.

¿a ti te da miedo hablar de esto, hoy?

“No me da miedo, no me da miedo porque si a mí me diera miedo yo no le estoy haciendo daño a nadie, qué le estoy haciendo daño a nadie solo que ellos sí me hicieron daño a mí, y esto me duele porque mi pueblo ahora se ve esa miseria de hambre. Hay una desnutrición en niños, quién nos ayuda nosotros. Nadie”.

En la Navidad del 2020 volví a saber de Martha Domicó. Su pueblo había decidido marchar de Tierralta hasta Urrá y tomarse las oficinas de la empresa.

Y así lo hicieron. Pasaron la Navidad en la carrera segunda con calle 48 de Montería, en plena calle.

Ni Urrá, ni las autoridades gubernamentales los ayudaron. No les llevaron comida ni agua. Unos cuantos lo hicimos avergonzados ante el lugar que la historia del conflicto les negó.

Mi incapacidad para comprender su lucha me llevó a narrarla desde el periodismo como una historia de violencia más.

La escucho a ella y a su pueblo, y hoy, a mi manera –como parte de una sociedad civil que ha sido insolidaria– les pido perdón.

Matar el pensamiento, historias de silencios es una memoria sonora resultado de la investigación realizada por Ginna Morelo con el apoyo de Constanza Bruno y Alex Galván, Guardián de la Memoria, canción original, autoría de Adriana Lucía. producción de la serie José Díaz, la música utilizada es libre de derechos, esta memoria sonora la puede encontrar en el sitio web Entre Ríos proyecto que cuenta con el apoyo de la Konrad Adenauer-Stiftung de Colombia, Reporteros sin Fronteras, de Alemania y la Pontificia Universidad Javeriana.

Adriana Lucía: (Canción)