Viaje al silencio

Estefan Romero Nuñez denunció que él, junto a otros profesores, fueron amenazados de muerte mendiante mensajes de textos. Varios de los profesores aparecieron amenazados en panfletos firmados por la banda criminal de los Rastrojos. Los amenazados fueron relacionados con la guerrilla y la subversión. Además, estos hacían parte del Comité de Impulso desde donde trabajaban por la repación colectiva de la Universidad.

Realización del I Festival de la Memoria en la Universidad de Córdoba, "Una llama que nunca se extingue", como inicativa de reparación colectiva y de resistencia frente al ambiente de miedo, silencio y olvido durante y después de la toma paramilitar.

Varios ex-funcionarios y directivos de la Universidad de Córdoba fueron capturados en una operación del CTI, organizada desde la Fiscalía de Cartagena y la Oficina del Desplazamiento. Los capturados fueron: Rafael Dager (área financiera), Aleyda Cordero Hoyos (Psicologa de Bienestar Universitario), Cecilio Abdala (delegado del Presidente de la República ante el Consejo Superior de la Universidad), Leonor Martínez (diputada por el partido conservador y antigua Secretaria general de la Universidad), Jairo Manuel Durango Bertel (docente) y Elkin Rojas (secretario General), quien no se encontraba en la Universidad. Todos ellos relacionados con investigaciones de la toma paramilitar de la Universidad. Los implicados quedaron con detención domiciliaria preventiva, a excepción de Jairo Durango quien sería recluido en la cárcel de Ternera.

El sindicato Aspu denunció las amenazas realizadas contra profesores como Leonardo Gónima y otros más

El Estado, en representación del Ministerio de Educación y de la Unidad para la Atención y Reparación de Víctimas, a través de una acción simbólica, declaró a la Universidad de Córdoba como un espacio de paz, por ser víctima de la toma paramilitar a sangre y fuego que le hizo perder su institucionalidad y legitimidad en la región, iniciando así el proceso de reparación en dicho centro universitario.

La Universidad de Córdoba se convierte en la primera institución universitaria de Colombia en ser incluida en el Registro Único de Víctimas (RUV). Al ser declarada victima institucional del accionar paramilitar la Comisión Nacional de Reparación y Reconcialiación determinó la creación de un Plan Piloto de Reparación.

Víctor Hugo Hernández Pérez, quien fuera rector de la Universidad de Córdoba en 2000, fue sentenciado a 35 años de prisión por su participación en el asesinato del profesor Hugo Iguarán Cotes ocurrido el 10 de septiembre de 2000, además de concierto para delinquir con los paramilitares.

Luego de haber renunciado el 15 de diciembre del 2008 por el motivo de la captura, y reintegrarse nuevamente el 2 de enero del 2009, Claudio Sánchez Parra decide renunciar definitivamente al cargo de la rectoría.

La Fiscalía decide revocar la orden de captura en tanto que se había violado el principio de doble incriminación.

Después de 23 días de cese de actividades, el rector encargado, Lázaro Reza, y la junta directiva de Sintraunicol llegaron a un acuerdo mediante un acta de compromiso.

Claudio Sánchez es capturado una vez el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso confiesa que los paramilitares administraban la Universidad y habían entrado a esta mediante asesinatos, amenazas, constreñimientos y desplazamientos a estudiantes, docentes y trabajadores del alma mater. A raíz de las medidas de la Fiscalía, el Consejo Superior de la Universidad de Córdoba, procedió a suspender del cargo de la rectoría a Claudio Sanchez, quien fue remplazado por Lázaro Reza García, decano de la Facultad de medicina veterinina y zootecnía.

El Sindicato de Trabajadores de la Universidad de Córdoba (Sintraunicol) inicia paro a raíz del incumplimiento de los acuerdos pactados con el Ministerio de Educación Nacional, en los cuales el sindicato exigía el resarcimiento de los derechos laborales suspendidos durante la toma paramilitar al centro educativo.

Mediante versión libre el paramilitar Salvatore Mancuso se responsabilizó de los crímenes en la Universidad de Córdoba.

El congresista Gustavo Petro denuncia ante la Comisión Sexta de la Cámara de Representantes lo que llamó la "coadministración paramilitar de la Universidad de Córdoba", además de 169 casos de violaciones de Derechos Humanos. Petro tituló su intervención “Sofía en manos de Tánatos”.

Con el exilio del profesor de la Universidad de Córdoba, Moisés Luna, comienzan las denuncias públicas de los sindicatos de la institución en contra de los paramilitares. Varios dirigentes sindicales fueron declarados objetivos militares por las Autodefensas y la Defensoría del Pueblo calificó de “alto riesgo” la situación de los dirigentes y representantes gremiales, profesores, trabajadores y jubilados de la Universidad.

Después de cinco horas de reunión del Consejo Superior, precidido por el viceministro de Educación Javier Botero Álvarez, se tomó la desición de elegir a Claudio Sánchez Parra como rector de la Universidad de Córdoba para el periodo 2002-2006. Mientras el Consejo estaba reunido, los trabajadores sindicalizados en Aspu, Aujucor y Sintraunicor protestaban en los bajos del edifico administrativo.

Al día siguiente de la segunda sesión del consejo superior acontecida en Ralito, Tierralta, se levanta el paro en la Universidad de Córdoba, volviendo así a la "normalidad académica" , a raíz de un supuesto acuerdo conciliatorio entre el Consejo Superior y los sindicatos.

Salvatore Mancuso, comandante paramilitar de las AUC, llevó nuevamente a los representantes de los estamentos de la Universidad de Córdoba a Santa Fe Ralito, para exigirles que se tomaran decisiones con relación a la renegociación de la convención colectiva de los trabajadores, la extinción del fondo de salud privado y la reestructuración administrativa de los cargos de la Universidad.

Miembros de la Asociación de Jubilados de la Universidad de Córdoba (Ajucor), la Asociación Sindical de Profesores Universitarios (Aspu) y el Sindicato Nacional de Trabajadores (Sintraunicol), cerraron la entrada a la Universidad y se declararon en asamblea permanente, en protesta al silencio del Consejo Superior frente a las exigencias de los estamentos para acabar con la interinidad de Claudio Sánchez y nombrar un rector en propiedad.

En vísperas de la creación de la convocatoria para elegir el nuevo rector y para "garantizar la igualdad de condiciones de todos los aspirantes", los sindicatos de la Universidad de Córdoba pidieron la renuncia de Claudio Sánchez, para acabar con la interinidad del mismo. Los sindicatos además protestaron contra la gestión negativa del rector Claudio Sánchez, debido a que durante su corto periodo administrativo habría afectado la calidad educativa de la Universidad.

Frente a la renuncia de Victor Hugo Hernández, fue elegido Claudio Sánchez Parra, quien había sido Jefe de Planeación de la Universidad de Córdoba y, posteriormente, Vicerector Administrativo de la misma durante el periodo de rectoral de Víctor Hugo Hernandez. La renuncia del Victor Hugo ocurrió en un escenario convulso donde la Universidad ya se encontraba capturada por el aparato de guerra paramilitar y los sindicatos venían denunciando irregularidades administrativas en el interior de la institución de educación superior.

Claudio Sánchez Parra es elegido por el Consejo Superior como Vicerrector Administrativo

Además de la marcha del "abrazo de la universidad", el sindicato Aspu organizó un paro acongiendose a directrices nacionales en protestas a las reformas planteadas por los Ministerios de Hacienda y Educación, donde se veían comprometidos los salarios de los docentes.

Trabajadores, estudiantes, docentes y funcionarios administrativos de la Universidad de Córdoba fueron obligados a ir a Santa Fe Ralito a una reunión con el comandante de las autodefensas, Salvatore Mancuso, en la que él propuso discutir las decisiones que se tomarían en la institución de educación superior. Se comienza a configurar la cooptación de la Universidad.

Iván Garnica Díaz, licenciado en Ciencias Sociales, era docente pensionado de la Universidad de Córdoba y profesor de la Fundación Universitaria Luis Amigó, de Montería.

Desaparición de Cesar Bedoya Ortiz, director de la oficina de Extensión y Fomento de la Universidad de Córdoba.

Asesinato de Jhony Sierra Cantero, estudiante de Química, de la Universidad de Córdoba.

Asesinato de Nelson Ramón Narváez, estudiante de décimo semestre de Licenciatura en Educación Física, Recreación y Deportes de la Universidad de Córdoba.

Amenazas al profesor Armando Alvis Bermúdez.

El miedo y el silencio dominan el clima social de la Universidad de Córdoba a causa de los múltiples hechos victimizantes, entre asesinatos, secuestros, desplazamientos, intimidaciones y amenazas que han sufrido profesores, estudiantes, trabajadores y directivos.

Sandra Filos Arteaga era estudiante de Biología de la Universidad de Córdoba.

Asesinato de Francisco Ayazo, estudiante de último semestre de Agronomía y funcionario de Bienestar Universitario de la Universidad de Córdoba.

Secuestro de Leonor del Carmen Donado, compañera sentimental de José Florez González, presidente del Sindicato de Trabajadores de la Universidad de Córdoba (Sintraunicol), asesinado un mes antes.

A través de un panfleto firmado por las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC (paramilitares), fue amenazado Antonio José FIórez González, presidente del Sindicato de Trabajadores de la Universidad de Córdoba (Sintraunicol).

William Aguirre Tirado, licenciado en Química y quien fue docente de la Universidad de Córdoba, fue encontrado sin vida luego de haber sido secuestrado por grupos paramilitares junto a su hijo. William Aguirre presidió el programa de atención a desplazados y guerrilleros reinsertados Revivir, además trabajó en la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y San Jorge (CVS) y en la vicerrectoría Académica de la Universidad.

En medio de las hostilidades contra los diversos estamentos de la Universidad, Victor Hugo Hernández se posesionó como rector de dicha institución académica. A raíz de los hechos ocurridos la ciudad de Montería fue militarizada en sectores estrategicos. Las directivas académicas del centro educativo declararon tres días de duelo por el asesinato de Hugo Iguarán.

El asesinato del profesor Hugo Iguarán Cotes conmocionó a la Universidad de Córdoba, pues comenzaba a develarse el debilitamiento de la democracia y la presencia del paramilitarismo en el campus. El docente fue asesinado en la casa del recién elegido rector de la Universidad, Víctor Hugo Hernández Pérez.

Asesinato del trabajador de la Universidad de Córdoba, Eladio Alarcón Contreras, junto a tres de sus familiares en el barrio Mocarí.

Visita de la ONU a la Universidad de Córdoba para intalar las mesas que darán paso a la construcción del Mandato Universitario por la Paz y la Convivencia Pacífica.

Asesinato de Marlys de la Ossa Quiñónez, estudiante de Ciencias Sociales quien se encontraba embarazada cuando la mataron. Meses antes del asesinato, el nombre de Marlys había aparecido en un panfleto donde amenazaban a los estudiantes acusándolos de subversivos.

Asesinato de Sheila Olascoaga, estudiante de Ciencias Sociales, quien había terminado académicamente y se encontraba realizando su trabajo de grado. Este crimen fue otro golpe al movimiento estudiantil de la Universidad de Córdoba.

Intento de homicidio contra el profesor Hugo Iguarán Cotes, miembro de la Asociación Sindical de Profesores Universitarios (Aspu) y candidato a la rectoría de la Universidad de Córdoba.

Las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC (paramilitares) retuvieron al rector Eduardo González Rada por ocho horas. A raíz de este acontecimiento el rector declinó en sus aspiraciones de volver a ser rector de la Universidad de Córdoba.

Frente al comunicado de los paramilitares en el que anuncia la toma a la Universidad de Córdoba, el rector Eduardo González Rada responde mediante un comunicado a la opinión pública.

Una vez son liberados los dos estudiantes secuestrados, Carlos Julio Ramírez y Mauricio Javier Hernández, las AUC, paramilitares, envían un comunicado en el que anuncian la toma de la Universidad de Córdoba. El documento aparece firmado por las "Autodefensas de la Universidad de Córdoba, AUNICOR".

El asesinato de James Pérez Chimá, docente investigador del programa de Licenciatura en Ciencias Sociales, fue otro ataque al pensamiento crítico de la institución de educación superior. El docente de Geografía trabajaba diferentes perspectivas intelectuales críticas.

Jaime Hernández Chamier, quien pagaba una condena de veinte años en la cárcel Las Mercedes de Montería, por el delito de secuestro y homicidio, fue asesinado cuando asistía al sepelio de su hijo Eduardo Enrique. Este nuevo crimen ocurrió en el barrio Villa Margarita.

Asesinato del estudiante de Acuicultura Eduardo Enrique Hernández. Se dice que el crimen fue una estrategia de los paramilitares para obligar a su padre, Jaime Hernández Chamier, a salir temporalmente de la cárcel Las Mercedes de Montería.

A la marcha por la liberación de los estudiantes Carlos Julio Ramírez y Mauricio Javier Hernández, secuestrados cuando se dirigían a Santa Marta, asistieron representantes de diversos estamentos de la institución. Una de las consignas principales de la marcha era que los violentos dejaran de amenazar, perseguir y asesinar a personas vinculadas con la Universidad de Córdoba.

Las Autodefensas Unidas de Colombia (paramilitares, antes ACCU) retuvieron un bus con 37 estudiantes de la Universidad de Córdoba y secuestraron a dos de ellos: Carlos Julio Ramírez y Mauricio Javier Hernández. El bus iba rumbo a la ciudad de Santa Marta, donde los estudiantes participarían de un congreso sobre la paz.

Matan a Pedro Manotas, estudiante de Licenciaura en Ciencias Sociales y aficionado a la fotografía. Este acontecimiento sería el primer asesinato del año 2000, año de la toma a sangre y fuego de la Universidad de Córdoba por los paramilitares.

Los estudiantes de la Facultad de Educación y Ciencias Humanas inician protestas en el marco del proceso de acreditación institucional de la Universidad de Córdoba. En esas protestas pasean por los pasillos de la Universidad un burro con corbata en alusión al rector de la institución.

La red de grupos y movimientos estudiantiles de la Universidad de Córdoba rechazó el comunicado mediante el cual un grupo irregular e ilegal los declaró objetivo militar.

Nueve estudiantes de la Universidad de Córdoba fueron amenazados a través de un panfleto firmado por el Grupo Muerte a Comunistas, subversivos urbanos en Córdoba (MCSUC). Algunos jóvenes amenazados tuvieron que exiliarse, otros terminaron siendo asesinados.

El asesinato de Misael Díaz Urzola fue otro golpe al pensamiento crítico de la Universidad de Córdoba. Fue representante de los profesores ante el Consejo Superior de la Universidad, secretario de la Asociación Sindical de Profesores Universitarios (Aspu). También fue coautor de la investigación sobre los impactos de la construcción de la represa de Urrá.

Se realiza en Montería una multitudinaria marcha por la paz en la que participaron varios actores sociales.

Un grupo de estudiantes, profesores, trabajadores, amigos y familiares de los ingenieros de la Universidad de Córdoba desaparecidos realizaron una acción de protesta tras la información de que uno de los cuerpos había sido reconocido como el de Rogelio Rodríguez.

Tropas del Ejército encontraron dos cadáveres en el Alto San Jorge. Uno es reconocido como Rogelio Rodríguez, uno de los tres ingenieros de la Universidad de Córdoba secuestrados.

El coronel Javier Arias Vivas, comandante de la VI Brigada del Ejército, aclaró que el responsable del secuestro de los ingenieros fue el Frente 18 de la guerrilla de las Farc.

Lo ingenieros se encontraban realizando una encuesta para el Dane.

Los paramilitares emiten un comunicado ante la opinión pública aclarando que ellos no habían sido los responsables del crimen.

Alberto Alzate Patiño, docente investigador de la Universidad de Córdoba, fue asesinado. El intelectual investigó socialmente el pueblo indígena embera katío del Alto Sinú. Fue coautor del primer informe sobre los impactos ambientales de la construcción de la hidroeléctrica Urrá. Su crimen fue un golpe al pensamiento critico y frenó la producción científica en la región.

En el marco de las protestas estudiantiles del programa de Licenciatura en Ciencias Sociales, contra las malas prácticas educativas, varios estudiantes decidieron realizar acciones simbólicas en señal de protesta. Uno de ellos, Abel Fuentes, simuló la crucifixión en un árbol.

René Cabrales, líder sindical de la Universidad de Córdoba y miembro de las organizaciones sindicales de la región, sufrió un atentado en el cual resultó muerta su nieta de dos años, Alejandra Camargo.

Francisco Aguilar Madera, ingeniero agrónomo y docente de la Universidad de Córdoba fue asesinado. Este intelectual acompañó a las comunidades indígenas zenúes en sus proyectos de desarrollo, además apoyó la lucha campesina en los años ochenta.

Rodrigo Negrete, exrector de la Universidad de Córdoba y candidato a la alcaldía de Montería, fue víctima de un secuestro extorsivo por parte de la guerrilla de las Farc.

Además de estudiante de Ciencias Sociales, Oswaldo Regino se dedicaba al periodismo. Lo más destacado de su trabajo fueron sus reportajes sobre las masacres perpetradas por los paramilitares y la cobertura del conflicto armado en Córdoba.

Atentado contra Geminiano Pérez, dirigente de la UP y profesor universitario. Este acontecimiento está relacionado con las intenciones contrainsurgentes de "limpiar" a la Universidad. Luego del atentado, el profesor Geminiano se desplazó a la ciudad de Barranquilla.

Félix Sáenz Bedoya, también conocido como el Pance, fue estudiante de Ciencias Sociales, militaba en la Juventud Comunista y practicaba teatro. Estuvo comprometido con la lucha campesina en el municipio de Ciénaga de Oro, de donde era oriundo. Fue asesinado por los paramilitares organizados por ganaderos y narcotraficantes de la zona, quienes estaban interesados en realizar una contrarreforma agraria.

A mediados de la década de los años ochenta el profesor sindicalizado José Ramón Giraldo fue desaparecido. Este y otros hechos de violencia contra miembros de la Asociación Sindical de Profesores Universitarios (Aspu) comenzaron a ser atribuidos a la irrupción del narcoparamilitarismo en Córdoba.

Dos estudiantes de la Universidad de Córdoba que realizaban un mitin conmemorativo sobre la masacre de Cereté, fueron asesinados en las riberas del río Sinú. Fueron encontrados sin vida Jairo Burgos Rivas, quien cursaba VIII semestre en la Facultad de Agronomía, y Jorge Morelos Viloria, quien estudiaba bachillerato en el Colegio Inem de la capital cordobesa.

Asesinato de seis personas ocurrido en Lorica y Montería, la mayoría de ellos estudiantes. Esto ocurre en el marco de reclamos educativos ante las que fueron consideradas arbitrariedades del gobierno departamental. En Montería fue asesinado el estudiante de Agronomía Armando Quintero Amarís, primera víctima letal de la Universidad de Córdoba.

Con este logro normativo la Universidad de Córdoba adquiere el carácter de entidad autónoma descentralizada. Solo hasta 1970 el Consejo de Estado falló a favor de la creación de la Universidad de Córdoba.

A partir de esta ley se concreta la creación de las Facultades de Medicina Veterinaria y Zootecnia y la de Agronomía en la ciudad de Montería, adscritas a la Universidad Nacional. La ley sustenta la creación de las facultades por "las urgentes necesidades de los pequeños ganaderos y agricultores de Córdoba, creará secciones
especiales para la preparación de personal técnico suficiente para la lucha contra las plagas que azotan a la agricultura y contra las pestes que diezman los ganados".

Primera instancia jurídica que comienza a dar vida a la Universidad de Córdoba. Emitida durante el gobierno José Miguel Amín, liberal.